Por Gonzalo Tello
operaperu.com
La temporada 2011 – 2012 de transmisiones desde el Met en directo a cines se inicia con un estreno. “Anna Bolena”, primera ópera de la famosa trilogía Tudor de Gaetano Donizetti se produce por primera vez en el Met. La idea de Peter Gelb, director del teatro, fue presentar estas tres obras (Anna Bolena, Maria Stuarda y Roberto Devereux) por primera vez en producciones dirigidas por el reconocido director de escena David McVicar. Para Gelb esta claro que Netrebko es la próxima gran diva de la opera, por eso desde que asumió funciones en 2006, la quiere en nuevas producciones y la mayor cantidad de grandes roles posibles.
“Anna Bolena” demuestra la capacidad de Donizetti de entrar en el repertorio serio, y en el que el bel canto puede ser dramático e impactante sin necesidad de entenderse como una deformación del drama o una parodia cómica.
La propuesta de McVicar es la de una corte sombría, con escenarios diseñados por Robert Jones oscuros y que mutan rápidamente para los cambios de escena, que no son pocos, y con una excelente iluminación de Paule Constable. Toda la escena luce sobria, muy teatral y cinematográfica. Los movimientos de los cantantes son bastante sobrios y tradicionales, así como los desplazamientos del coro. Esto se ve muy bien en una corte oscura, tirana, donde poco es alegría y mucho es pena. Los vestuarios de Jenny Tiramani, muy apegados a la época, son espectaculares. A pesar de lo narrado, esta no es una produccion sobria ni tradicional, sino muy intensa y que es perfecta para nuevos públicos que tienen referentes muy marcados de la corte de Enrique VIII más en la televisión y el cine actual que en la literatura e historia. Esperemos que las producciones de ‘Stuarda’ y ‘Devereux’ sigan la misma línea con propuestas propias.
Para esta produccion se convoca al director italiano Marco Armiliato, figura frecuente y uno de los directores que más producciones tiene a su cargo en el Met, debido sobre todo a su gran conocimiento del repertorio italiano. Armiliato ofrece una versión adaptada y sobria sin abusar de las extensas repeticiones de cuanta aria, cavalleta y conjunto tiene esta obra de casi tres horas de duración. Sin embargo su dirección es de rutina, sin sacarle mayor brillo ni lujo a la orquesta y sin aprovechar mayores capacidades de los cantantes. Considerando que la orquesta del Met es la mejor orquesta de ópera del mundo, se pudo hacer más. Dirección correcta, más no innovadora o brillante.
Anna Netrebko en el rol principal probablemente ha ofrecido el mejor de su carrera. Cuando ella da en entrevistas su visión del personaje de Bolena, uno la ve tan tranquila y tan relajada en sus respuestas, sin embargo también tajante y directa en sus opiniones. El resultado es una actuación impecable. Netrebko destaca la personalidad arribista de Bolena y su empeño por escalar posiciones, y despedirse del mundo arrebatada. Describe las notas bajas que le toca interpretar como escritas a propósito por Donizetti para darle al personaje un matiz sucio y de vileza. Netrebko proyecta en su actuación a una Bolena seria, engreída, desatada y arrogante. Personalidades que van aflorando a lo largo de la obra. Incluso en la escena de la locura del segundo acto, en que varios críticos dicen que “salió del personaje” al sonreír, yo no lo creo, pues es parte de su caracterización de esa locura bipolar del personaje. Musicalmente es increíble, a pesar de ciertos problemas en los cambios de entonación propios de su interpretación, su entrega es total, y es increíble que lo haga, debido a que Bolena prácticamente no deja de cantar, sobretodo en el último acto. Imponente en su primera escena, deja ver su lado romántico y emotivo en la escena del bosque, arrebatada en el final del primer acto, impecable en el dúo con Seymour, y magnifica en su gran escena final.
El bajo ruso Ildar Abdrazakov fue también el gran protagonista de la ópera. No solo la obra gira en torno a la corte de Enrique VIII sino que también es el cantante que mas virtuosidad entrega a su rol. Si bien este personaje no tiene un aria escrita, tiene grandes momentos de bravura, como el duetto con Seymour y el terzetto con Anna y Percy. Si bien su voz y técnica son monumentales saliendo un poco del tradicionalismo de un bajo donizetiano, su interpretación levanto el nivel de la produccion. Abdrazakov debuto en escena el rol de Attila de Verdi en 2009 en Lima y vuelve en abril de 2012 a estrenar otro gran rol y también el de un rey histórico, el de Felipe II, en Don Carlo”, también de Verdi, que veremos con grandes estrellas en el Municipal de Lima.
La joven mezzosoprano Ekaterina Gubanova posee un instrumento impecable con gran técnica y buen dominio escénico. La voz chorrea emoción y cuenta con gran pasta, color atractivo y excelentes agudos. Muy convincente durante toda la obra y especialmente celebrada y entregada en su gran escena del reclamo y suplica “Per questa fiamma indómita”. Excelente elección de esta mezzo que reemplaza a la seleccionada original, Elina Garanca.
Stephen Costello es un joven tenor que asume un rol mayor en el Met como Riccardo Percy. Para este rol se escogen tenores ligeros con gran legato, voces medianas y muy bellas y que derrochen coloratura. Costello es una voz joven, no madura con una técnica algo dura pero con una voz muy bella, algo que el público reconoce y lo aplaude efusivamente. En los próximos años seguramente hará una carrera muy importante.
El bajo Keith Miller es un Lord Rochefort correcto, sobrio y que da una interpretación muy buena. Miller es recurrente en roles importantes en el Met y lo hemos visto ya en varias producciones en HD.
Una de las mejores interpretaciones, además, se las lleva el personaje de Smeaton, interpretado por la mezzo Tamara Mumford. Físicamente toma el papel de muchacho, con excelente dominio de las técnicas teatrales y con una interpretación sentida y que cala en el público de principio a fin.
Excelente produccion y gran estreno de esta temporada Met Live in HD que promete grandes satisfacciones. Las repeticiones de “Anna Bolena” son este lunes 17 y miércoles 19 en UVK Larcomar y el lunes 24 en UVK Caminos del Inca. Un gran show que lo dejará sin aliento. Comprobado.
Publicado por Gonzalo Tello en 20:48
Etiquetas: anna netrebko, Ildar Abdrazakov, marco armiliato, Met live in HD, metropolitan opera, Radio Filarmonía, UVK Caminos del Inca, UVK Larcomar, UVK Multicines 0 comentarios:
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domingo, 23 de octubre de 2011
lunes, 4 de julio de 2011
Unsuk Chin-Alicia en el país de las maravillas
Ópera Actual: ¿Por qué eligió Alicia en el país de las maravillas para su primera ópera?
Unsuk Chin: Para muchas personas se trata de un libro para niños, pero su relevancia ha sido universal y ha inspirado con sus distintos planos de lectura tanto a científicos como a escritores de la talla de Jorge Luis Borges. Yo misma descubrí la obra siendo una persona adulta. El interés nació gracias a las menciones que de él se hace en la literatura científica y en concreto en la obra de Douglas Hofstadler. Sentí curiosidad y decidí leer el libro de Lewis Carroll. Desde las primeras páginas quedé fascinada y resultó para mí absolutamente sorprendente encontrarme con el mundo de mis propio sueños.
Ó. A.: ¿Cómo decidió afrontar la composición?
U. C.: Desde cierto punto de vista, ni más ni menos que como en las demás. Pero cada género tienes sus características peculiares y para escribir una ópera se debe actuar de modo diferente a cuando se compone para un conjunto de música contemporánea, por ejemplo. Creo que esta obra será más directa e inmediata que el resto de mis composiciones. No más sencilla, posiblemente. El antecedente más próximo en este estilo podría encontrarse en mi obra Snags & Snarls, una especie de ensayo operístico para soprano y orquesta.
Ó. A.: Un compositor ha de tener imaginación y fantasía. Cuando compone, ¿se siente un poco como Alicia?
U. C.: No creo que Alicia sea únicamente imaginación y fantasía, pues definitivamente no es sólo un sueño infantil. Trata sobre todo del choque entre los diferentes modos de comunicarse y percibir la realidad. En Alice se da un continuo conflicto entre las diversas formas de percibir el mundo. La técnica de escritura de Carroll y su gusto por la paradoja son muchas veces asimilados al nonsense, pero es un error, ya que se trata de una especie de lógica onírica en la que la protagonista, que tiene un modelo de percepción distinto, se pierde irremediablemente. Para enfatizar esta idea mía el libretista David Henry Hwang y yo misma hemos cambiado el principio y el final, demasiado convencionales en comparación con el resto de la historia. Será algo completamente surreal. Yo creo que Carroll hizo concesiones al gusto del público y no quiso adelantarse demasiado a su época; pero en nuestro caso el mundo de los sueños será la realidad y por ello el principio y al final serán escenas oníricas.
Ó. A.: ¿Será, entonces, una ópera para adultos? ¿O quizá para todos los públicos, comprendido el infantil?
U. C.: Espero que sea una ópera para todos, sin distinción de edad o de procedencia. Cada espectador podrá sacar sus propias conclusiones, pero en cualquier caso creo que será una experiencia enriquecedora. ¡Sería terrible que sólo hubiese una clave de lectura única para la música!
Ó. A.: ¿Cómo la definiría musicalmente?
U. C.: Yo juego con los significados musicales y con las referencias a la diversidad de estilos y subrayo los diferentes personajes mediante la música de modo parodístico. Componer para las voces es un proceso instintivo y difícil de analizar. De la lectura del texto suelen salir imágenes musicales y vi claro enseguida que a uno de los personajes (La Oruga) no se le podía representar con la voz sino con un instrumento. Estoy buscando la clave musical para su humor negro.
Ó. A.: ¿Será su Alice tan fantástica como la del relato de Carroll?
U. C.: Confío en que así sea. De hecho, he cambiado algunas escenas porque me parecían demasiado ligadas a la realidad y espero que así el mensaje de la obra, tal como yo lo entiendo, destaque con mayor claridad. Fui yo quien propuse el tema de la ópera a Kent Nagano, y él estuvo de acuerdo conmigo.
lunes, 10 de enero de 2011
JEAN-PHILIPPE RAMEAU
(1683-1764), el destacado y ya nombrado compositor y teórico francés, natural de Dijon, donde se desempeñó como organista de la Catedral de Notre-Dame en 1709 como sustituto de su padre; cargo que ocupó hasta 1714. Luego, se trasladó a Lyon y en 1715, fue designado organista de la Catedral de Clermont-Ferrand; allí escribió su Traité de l’harmonie y otros trabajos. En 1722 se estableció en París y luego comenzó a escribir obras para el teatro. Acusado inicialmente en los ambientes aristocráticos de italianista, por su música con disonancias e inútiles artificios, realmente no se opone al pasado lullista. De hecho luego de la muerte de Lully, fue reconocido como el músico de la aristocracia conservadora, portaestandarte del gusto clásico, defensor de la Ópera Francesa frente a la creciente invasión del bárbaro y popular Melodrama Italiano; convirtiéndose así, en la figura central que representó a la música francesa en la Guerra des Buffons.
No obstante, Rameau afrontó el problema de la música desde otro punto de vista: bajo la perspectiva físico matemática y con actitud y metodología científica. Esta manera de abordar la Música traía ya célebres antecedentes desde los inicios de la cultura filosófica de la Grecia clásica: Pitágoras, había sostenido que la Música era una símbolo o expresión de una armonía que se explicaba por medio de proporciones numéricas, por lo cual la misma Música podía reducirse a números. Pero además, había permanecido viva a lo largo de la historia musical, en los tratados teórico-musicales medievales, en los planteamientos del compositor y teórico renacentista GIOSEFFE ZARLINO (1517-1590), y luego, con los trabajos del teórico y compositor MARIN MÉRSENNE (1588-1648), de los filósofos RENÉ DESCARTES (1596-1650), G. W. LEIBNIZ (1646-1716), LEONHARD PAUL EULER (1707-1783) y del compositor JEAN-PHILIPPE RAMEAU, quien no vacilaba en afirmar que:
…La Música es una ciencia que debe tener reglas establecidas, estas reglas deben derivar de un principio evidente, y este principio no puede revelarse sin la ayuda de las Matemáticas…
Para Rameau, este principio está contenido en cualquier cuerpo sonoro que, al vibrar, produzca el acorde perfecto mayor que se da naturalmente en el cuarto, quinto y sexto armónicos, y del cual derivarían todos los demás acordes posibles. Como la tríada mayor no es reductible a la tríada menor…Rameau, plantea entonces como solución, su tesis de los Armónicos Inferiores: El modo menor sería una variedad extraña, imperfecta, organizada y determinada, a su vez, por el modo mayor.
Rameau, habla también y se suma al concepto de considerar a la Música: como imitación de la naturaleza pero entiende por naturaleza pura un sistema de leyes matemáticas, y no los bucólicos e idílicos cuadros pastorales a los cuales se referían generalmente, los filósofos de su época.
Rameau:…ha buscado el fundamento eterno, natural de la música, y lo ha individualizado en el principio unitario que se halla en la base de la Armonía. Para él, la música revela la razón suprema, que es una, igual en todos los tiempos y para todos los pueblos, por lo tanto, universal.
No obstante, Rameau afrontó el problema de la música desde otro punto de vista: bajo la perspectiva físico matemática y con actitud y metodología científica. Esta manera de abordar la Música traía ya célebres antecedentes desde los inicios de la cultura filosófica de la Grecia clásica: Pitágoras, había sostenido que la Música era una símbolo o expresión de una armonía que se explicaba por medio de proporciones numéricas, por lo cual la misma Música podía reducirse a números. Pero además, había permanecido viva a lo largo de la historia musical, en los tratados teórico-musicales medievales, en los planteamientos del compositor y teórico renacentista GIOSEFFE ZARLINO (1517-1590), y luego, con los trabajos del teórico y compositor MARIN MÉRSENNE (1588-1648), de los filósofos RENÉ DESCARTES (1596-1650), G. W. LEIBNIZ (1646-1716), LEONHARD PAUL EULER (1707-1783) y del compositor JEAN-PHILIPPE RAMEAU, quien no vacilaba en afirmar que:
…La Música es una ciencia que debe tener reglas establecidas, estas reglas deben derivar de un principio evidente, y este principio no puede revelarse sin la ayuda de las Matemáticas…
Para Rameau, este principio está contenido en cualquier cuerpo sonoro que, al vibrar, produzca el acorde perfecto mayor que se da naturalmente en el cuarto, quinto y sexto armónicos, y del cual derivarían todos los demás acordes posibles. Como la tríada mayor no es reductible a la tríada menor…Rameau, plantea entonces como solución, su tesis de los Armónicos Inferiores: El modo menor sería una variedad extraña, imperfecta, organizada y determinada, a su vez, por el modo mayor.
Rameau, habla también y se suma al concepto de considerar a la Música: como imitación de la naturaleza pero entiende por naturaleza pura un sistema de leyes matemáticas, y no los bucólicos e idílicos cuadros pastorales a los cuales se referían generalmente, los filósofos de su época.
Rameau:…ha buscado el fundamento eterno, natural de la música, y lo ha individualizado en el principio unitario que se halla en la base de la Armonía. Para él, la música revela la razón suprema, que es una, igual en todos los tiempos y para todos los pueblos, por lo tanto, universal.
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